Los lípidos

 

Las tan habladas y masacradas grasas, las tenemos en el peor lugar, las culpamos de cada uno de nuestros padecimientos, pero será realmente la grasa la culpable de todos nuestros pesares o tal vez seamos nosotros los que no sabemos utilizarla sabiamente.

Las grasas o mejor llamados lípidos, son fundamentales en nuestra nutrición, cada uno de nosotros las necesita para muchas funciones del cuerpo, funcionan como reserva en caso de que estemos enfermos o escasee la comida, protege nuestros órganos, nos ayudan a asimilar las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), son componentes de las membranas y son precursoras de las hormonas.

Si hacemos una analogía, nuestros cuerpos, son como automóviles, que necesitan gasolina que en este caso sería energía y también necesita, anticongelante, aceite, agua, y si se te acaba cualquiera de esas cosas, simplemente no funciona, bueno en ese caso nuestro cuerpo necesita todos los nutrientes desde los lípidos, vitaminas, minerales, fibra, etc.

¿pero y los famosos omegas que tantas maravillas hemos escuchado donde quedan?, como nos han vendido el maravilloso omega 3 y el omega 9, tanto así que hasta salieron pastillas de omega 3, pero en realidad ¿sabemos que son estos omegas, y para que sirven?

Pues es tan simple como que los omegas son ácidos grasos y si nos simplificamos más; son grasas. La maldita grasa de repente está del bando de los buenos.

Nuestro cuerpo que es una máquina maravillosa, los necesita. Pero hay
3 tipos de omegas y 1 de ellos no es indispensable en nuestra dieta, este es el omega 9 que es el que encontramos por ejemplo en el aceite de olivo, no lo necesitamos ya que nuestro cuerpo lo produce, en cambio los omegas 3 y 6 si los requerimos ya que nuestro cuerpo no los produce , el omega 3 es el que encontramos por ejemplo en el salmón, y el omega 6 es aquel que está por ejemplo en un buen trazo de res o puerco, y cuando éstos se juntan dentro de nuestro cuerpo cada uno de ellos hace algo diferente.

Pero juntos, se relacionen bien, el omega 3 y 9 nos ayudan a bajar el colesterol, pero estaríamos muy equivocados si pensáramos que no necesitamos el tan rico omega 6, claro que en los excesos nada es bueno, pero no podemos dejar que las falsas modas nos hagan lastimarnos.

Un ejemplo muy claro es el de culpar a las grasas de la obesidad, y como un día te comiste 3 pasteles decides no comer al día siguiente, y el cuerpo al ser una máquina tan maravillosa, cuando recibe nuevamente alimento lo hace reserva por que está recibiendo señales de que la comida no llega todo el tiempo, y uno culpa a 3 pasteles por su propia ignorancia.

Las grasas son nuestras mejores aliadas, y poniendo a un lado lo bueno o malo, ¡que ricas que saben!