Decir, laurel en México es decir poco, ya que hay laureles y laureles y se distinguen  unos de otros según de donde nacen y viven.
En México difícilmente se hace un escabeche que no lleve su hoja de laurel, y difícilmente se describe la corona con la que se premia a los  héroes sin citar las hojas de laurel que dignifican al vencedor.
En el mole entran los laureles y ponen su acento característico.
Curiosamente, al laurel que procede de Durango  se le llama laurel chino mientras que al laurel que crece en el estado de Morelos se le llama laurel tulipán.
Estamos ante un mundo variopinto que solo los muy expertos reconocen por ciertos matices de sabor.